domingo, 8 de marzo de 2020

Mujeres, no somos iguales, somos distintas



No. No somos iguales, somos distintas.
Cada una de nosotras sentimos de formas diversas, 
nos duele algo diferente y vivimos como nos da la gana.
No somos iguales, somos diferentes.
Valiosas, poderosas y bellas, cada una a nuestra manera.
No somos iguales, somos únicas.
Luchamos por nuestros sueños, vencemos nuestros miedos 
y nos hacemos grandes cada día.
No. No somos iguales, pero tenemos algo en común: 
somos mujeres.






No nacimos para cumplir expectativas ajenas ni responder 
a falsos mitos; no nos tiembla la valentía para luchar 
por nuestros derechos , alzamos la voz ante la injusticia 
y nos apoyamos entre nosotras porque, juntas, no sé si más 
o lo suficiente, pero siempre será mejor. Mucho mejor.
Nadie tiene que salvarnos de nada ni decidir por nosotras 
lo que nos conviene, un «no» significa «no» por encima de todo, 
no somos la mitad de nadie y sí, tenemos muchos matices. 
Tantos como mujeres existimos.
Quizá por eso no hace falta generalizar un género 
para hacerse ni de más, ni de menos.
Porque no deberíamos luchar por la igualdad, 
sino celebrar la diversidad desde que nacemos.
Porque el error está en que para quitarnos 
una etiqueta nos pongan otra.




Porque cada vez que lo hacemos estamos matando 
la singularidad de cada una de nosotras y, por extensión, 
la abundancia de todos.
Porque lo que a una le hace especial, al resto de la humanidad 
la hace extraordinaria.Porque los que hablan de poder 
no saben que, si bien el amor mueve montañas, 
una mujer creyendo en sí misma puede mover el mundo entero.
El suyo, y el del resto.
Sí. Somos mujeres.
Pero no, no somos iguales: somos diversas.
Infinitas.
Y por esa sencilla razón ya es suficiente 
como para celebrar hoy, mañana y siempre.


Fuente: Reparando alas rotas ( Blog )
Imágenes google



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